domingo, 21 de noviembre de 2010

Tecnologías Educativas en Tiempos de Internet. Edith Litwin.

Tecnologías Educativas en tiempos de Internet.

Edith Litwin.

Las tecnologías educativas se han consolidado como camino de análisis y producción teórica en los últimos tiempos, caracterizados por el formidable impacto de las nuevas tecnologías en la sociedad y la cultura.
¿Cómo utilizar las nuevas tecnologías para enseñar a elaborar de manera diferente el acceso la información, su procesamiento, análisis y expansión? ¿Cómo hacer para que las experiencias culturales que ofrecen sentidos sociales y enriquezcan las prácticas pedagógicas?

El recorrido de la tecnología educativa desde sus primeras propuestas de la década de 1950, se le asignaba a la tecnología el lugar de resolución mágica de todos los problemas.
Distinguir las buenas causas en el uso de las tecnologías de otras que se vinculan más a los negocios de turno, reconocer el valor pedagógico de las distintas propuestas (alcances, límites y posibilidades) atraviesa un largo camino hasta llegar con sentido educativo, a las aulas de todos.

1-Desde la tecnología educativa hasta la didáctica: un campo de construcción.

La tecnología educativa es un campo de conocimiento que nace en la década de 1950, para tratar de dar respuesta a la incorporación de medios y materiales para la enseñanza. Surgió en Estados Unidos. Reemplazó los debates didácticos e intentó dar respuesta totalizadora a la problemática de la enseñanza.
La tecnología educativa fue limitando su campo hasta alcanzar una definición que blindaba con la didáctica, pero se diferenciaba de ella en que sus alcances no se referían a los procesos de planeamiento. Ambas se ocupaban de las prácticas en el aula, pero sólo a los trabajos de las tecnologías les correspondía entender la incorporación de medios y materiales. En sus procesos originales las tecnologías educativas se remitieron sólo a las teorías comunicacionales y a las del aprendizaje como sus fuentes más sólidas.
En la limitación del campo, los acentos estaban puestos en el enseñar y en el aprender, pero restringidos al carácter de herramienta o ayuda.
En la década de 1980, la tecnología educativa se sostenía como una teoría conformada al modo de un cuerpo de conocimientos pedagógicos y didácticos construidos por campos disciplinares referidos a las prácticas de enseñanza, en las que los desarrollos tecnológicos producen su efecto.
La falta de una didáctica tecnológica alude a un déficit y no a un hallazgo. Este déficit, se inscribe en la necesidad de generar estudios didácticos y de tecnologías educativas.
En la década de 1990, se conocieron múltiples trabajos con las nuevas tecnologías, enmarcadas en proyectos que las concebían tanto desde la perspectiva de la información como de la comunicación. El campo de las tecnologías recibirá derivaciones de estudios lingüísticos y culturales, además de las de los cognitivos.

El campo de la didáctica tecnológica se conforma, como un cuerpo de conocimientos referidos a las prácticas de la enseñanza configuradas en relación con los fines que le den sentido al acto de enseñar. Ese cuerpo de conocimientos, reconoce la influencia de las nuevas tecnologías y de las características de las estrategias docentes cuando son mediadas tecnológicamente.
La construcción de esta didáctica, necesita incorporar las mejores tradiciones de las propuestas de las tecnologías educativas y también, trabajos de base empírica llevados a cabo mediante rigurosas propuestas de investigación. Para esto, es necesario analizar las tecnologías en los marcos políticos, económicos y culturales actuales y reinterpretar sus utilizaciones en la tarea de enseñanza.

2- De las tecnologías: qué son, qué hacen, cómo influyen en nuestra experiencia.

Las tecnologías se utilizan como herramientas para favorecer las comprensiones. El pizarrón por ejemplo, permite al docente mostrar cómo se resuelve un simple cálculo matemático del clásico “dos más dos”, a la más compleja operación algebraica de un ciclo universitario.
“Herramientas que permiten mostrar podría ser la definición más simple y certera de las tecnologías”. Mostrar es para que se vea, y mostrar es para que se entienda.
Jackson (2002) sostiene que el simple mostrar también modela nuestra conducta y nuestras formas de pensar. Aquello que mostramos se transforma en modelo de una forma de razonamiento. Las tecnologías son herramientas y algo más. Constituyen un entorno o área de expansión en el que pasan de ser soporte a dar cuenta de sus posibilidades de utilización.
La utilización de las tecnologías como factor motivacional o como lo que agrega interés al desarrollo de los temas, las ubica en los bordes y no en el corazón de las actividades que despliegan los docentes o los estudiantes para la construcción del conocimiento.
Motivar/ modelar o ilustrar son posiciones distintas, respecto de que hacen con las tecnologías los docentes. Las tecnologías ofrecen otros usos, como presentar materiales nuevos que reorganizan la información, tender puentes para favorecer compresiones, ayudar a reconocer que cuando las empleamos, ellas nos marcan límites concretos, formas de uso más adecuados. No son neutras, ni pueden separar su carácter de herramienta y entorno de los fines con los que se las utiliza.
Frente a la pregunta qué son las tecnologías, sostenemos su doble carácter de herramienta y de entorno, les reconocemos múltiples funciones, tales como motivar, mostrar, reorganizar la información, ilustrar.
Según la teoría de la cognición que sostengamos, también la función de las tecnologías será diferente. Se hace hincapié en el sujeto que aprende. Cómo las tecnologías afectan nuestras experiencias, en los casos en que proveen formas representación distinta de las que pueden simplemente proporcionar el docente, seguramente ayudan o enriquecen las comprensiones.




En cuanto a las investigaciones en las que se analiza el residuo cognitivo (el resto que queda como consecuencia de operar con tecnologías lo que a veces agrega u otras hace desaparecer una forma de actuar y pensar), es una cuestión del mayor interés reconocer que las modalidades de operar rápido no son asunto de las tecnologías sino, de la cultura en la que ellas se inscriben y en la que se modela este tipo de operación.
La conciencia de los límites que presentan las formas de operar que imponen, cuánto ganamos y a la vez cuál es la perdida, es la única manera de afrontar que las tecnologías cuando son usadas, también nos usan.

3- Enfoques alternativos en torno de las funciones de la tecnología.

En los estudios didácticos, reconocemos una tríada conformada por el docente, el alumno y los contenidos. En esa misma triada se podrían identificar tres usos distintos de las tecnologías, según el lugar que se le asigne al docente, según la concepción del sujeto de aprendizaje que se suma y según el sentido con el que se entiende el contenido de la enseñanza.

A)El vínculo docente- alumno se entiende a partir de considerar al primero como proveedor de información y al segundo, como un usuario consumidor.Este enfoque varía según la edad de los estudiantes, sus posibilidades de autonomía, sus intereses y la facilidad que se tenga para acceder a las nuevas tecnologías de la información y disponer de ellas. Es clave, el papel que asuma el alumno.

B)Un segundo uso, parte de entender a las nuevas tecnologías como herramientas que ponen a disposición de los estudiantes, contenidos que son inasequibles en la clase del docente, en sus exposiciones, representaciones o modos explicativos. En estos casos, la tecnología amplía el alcance de la clase, es clave, el papel que los docentes asignen a las tecnologías.
C)Se puede concebir a los estudiantes como sujetos que necesitan tener a su disposición ofertas variadas para favorecer el proceso de formación que mejor se adapte a sus necesidades, intereses o sus habilidades. Pueden integrarse en proyectos que permiten propuestas comunicacionales, alternativas para la construcción del conocimiento y alientan al trabajo en grupo y la colaboración.

Si se sostiene como principio para la enseñanza enseñar a partir de lo que ya se sabe, las tecnologías ocuparán diferentes lugares según el reconocimiento que de ellas se tengan y sus potencias para facilitar la disponibilidad de la información. Permiten iniciar la comprensión; expandirla, o reconocer con flexibilidad y sin estereotipos diferentes hechos o conceptos.
Al analizar la tarea que realizan los docentes a la hora de transmitir los contenidos, se puede observar que, primero seleccionan, ordenan y jerarquizan la información, (los procesos de selección son diferentes según los niveles de enseñanza).


Los docentes también narran; y estas narraciones permiten la construcción de imágenes, pueden despertar emociones, determinan que la información se recuerde para siempre o por el contrario, se desvalorice. Docentes y alumnos narran las maneras en que entienden el contexto y su cultura, lo cuál hace posible que el conocimiento se trasforme en una aventura o en un desafío permanente y se genere así un clima de pensamiento.
Las narraciones de otros se instalan, proveyendo incertidumbre pero también ampliando el radio del aula y contribuyendo al enriquecimiento de las comprensiones. No se trata de los primeros niveles de escolaridad o de buscar puertas de entrada con las noticias cotidianas; se trata de la cultura q rodea docente y alumnos, q se cuela por las ventanas de las aulas, sin considerar su nivel, siempre que seamos permeables a ellas y no generemos espacios cerrados ajenos a nosotros mismos.
La tecnología también permite la escritura de texto. Esta actividad ayuda a clarificar y ahondar, como así también, favorece la construcción de un punto de vista. La toma de conciencia de las perspectivas diferentes de la propia y del carácter provisional de la ciencia constituye en un sentido amplio, el valor de muchas propuestas de enseñanza.

4) Prácticas con tecnologías.

En las clases, las tecnologías siempre acudieron en ayuda de los docentes, sucediéndose en el tiempo de acuerdo con los cambios en el desarrollo tecnológico: tizas y pizarrones, láminas, videos, filminas, materiales de la web.
Cada nueva tecnología, al incorporarse reproduce en los docentes la misma aspiración; facilitar su tarea, asegurar la comprensión, acudir en su ayuda frente a temas difíciles.
Se trata de adjudicar a la exposición y al empleo de tecnologías el valor de generar “residuo cognitivo” es decir, consecuencias cognitivas por la exposición al medio.
Los estudios culturales y cognitivos muestran que los efectos en los modos de conocer están más vinculados a la cultura en la que a estos medios se les asigna valor que a su simple exposición o utilización.

•¿Tecnologías en la educación o tecnologías educativas?

El empleo de diferentes tecnologías en las aulas y en las prácticas de los docentes, muestra una clara distinción entre el uso de productos, medios o materiales creados para el aula, por los mismos docentes.

•Uso y traspaso.

Los docentes reconocen que los niños obtienen información mediante su exposición a los medios masivos de comunicación. En las prácticas, los profesores utilizan esa información que según el valor que le atribuyan en algunas oportunidades, como puerta de entrada o lugar de acceso a temáticas distintas o como puente para establecer conexiones con otros temas.
Persiste una idea de uso y traspaso de la infamación contenida en los medios y volcada a los espacios de la clase.

•Didáctica silenciosa y tecnología silenciada

Los docentes asumen epistemologías prácticas distintas en torno de los usos materiales audiovisuales. En algunos casos, sostienen que el material es valioso y por ende, habrá que “dejarlo hablar”. Se trata de no incorporar propuestas pedagógicas o actividades que podrían quitar el valor estético de lo visualizado. Didáctica silenciosa, se denomina al hecho de eliminar las posibles estrategias de análisis que encaran los docentes, cundo esa eliminación parte del reconocimiento del valor material.
Entre otros casos, los docentes sostienen que no importan la información o el tratamiento de ella que el video o el film contenga, sino las actividades que posibilita. Se trata de un producto por el énfasis puesto en las actividades o estrategias.

•La tecnología limita o enmarca, potencia o banaliza, la propuesta pedagógica y didáctica.

En los casos en los que las tecnologías pueden incorporarse en las actividades escolares, los alumnos acuden a ellas para encontrar información y como parte e las actividades que demanda la escuela para realizar fuera de ella. Obtener información en la Web tiene sus atractivos, dificultades y riesgos. La cantidad de datos disponibles, hace que los alumnos deban asumir criterios de validación para identificar su fuente, así como criterios de selección para elegir la información más pertinente. Estos criterios no forman parte de la enseñanza de los docentes. Los usos de las nuevas tecnologías en las aulas, pueden limitar las propuestas cuando esas tecnologías no son las más adecuadas o se emplean indiscriminadamente.
En otras ocasiones, esos usos pueden potenciar las propuestas de los docentes, como los proyectos en los que se contempla un diseño comunicacional, que favorecen formas de construcción del conocimiento a partir de la colaboración entre pares generada por una red que no sólo resuelve la comunicación entre alumnos, sino que permite intensificar cada una de las propuestas de trabajo.


La tecnología necesaria de enriquecimiento o de ilustración.

En las aulas de la enseñanza superior, los docentes incluyen los usos de las tecnologías de muy diferente manera, según el campo profesional o académico; son más usuarios de las tecnologías que en os anteriores.
Las prácticas con tecnologías pueden permitir el acceso a nuevas maneras de producir el conocimiento mediante trabajos en colaboraron, que antes eran impensados, a causa de los cotos de la comunicación.
A medida que las diversas tecnologías, producto del desarrollo de los medios de comunicación masiva, se incluyeron en la labor del aula, se suscitaron los distintos tipos de uso: desde presentar información, en un nivel de transmisión, hasta constituirse en un recurso para desarrollar el pensamiento o entender el contexto general, en un nivel practico o, brindar elementos para el análisis, la critica o la transformación de la realidad, en un nivel critico.
¿Qué sucede cuando se las incluye y cuando no se las incluye en una propuesta de enseñanza? ; ¿Cómo se modifica la propuesta y porqué?, ¿En qué medida benefician un determinado tratamiento del tema, tanto desde el contenido como desde el aprendizaje de los estudiantes?

Las prácticas de la enseñanza, no pueden ser analizadas, reconocidas o reconstruidas a partir del buen uso que se haga o no de las tecnologías. Estas se hallan implicadas en las propuestas pedagógicas y, en las maneras en que se promueve la reflexión en el aula, se abre un espacio comunicacional que permite la construcción del conocimiento y se genera un ámbito de respeto y ayuda frente a os difíciles y complejos problemas de enseñar y aprender.